Desastre ecológico en Loma de Mejía

Jorge Carrillo Olea
Siempre

La belleza, sano ambiente e inigualable clima de Cuernavaca, tiene un enemigo: sus autoridades, que cómodamente carecen de un reglamento de ecología. En este caso, su propio presidente municipal, Jesús Giles Sánchez, presunto gobernador, que está empeñado en crear un mortífero, sin exageraciones, depósito de basura urbana en el sitio más desaconsejable, una loma, Loma de Mejía al sur de la ciudad que contaminará, por escurrimientos y filtraciones a dos barrancas a los lados de la loma, a mantos acuíferos, manantiales y arroyos hoy purísimos, hasta con peces, donde existen ahuehuetes de más de 500 años, con 10 metros de diámetro, pequeño paraíso de los pocos que existen. El agua de origen subterráneo de los pozos que surten a Temixco: 80 mil habitantes, se hará imposible para consumo humano y sí factor de epidemias. Este sitio puede ser uno de los últimos vergeles naturales de Morelos.
Pero lo más grave es que el sitio donde pretenden enterrar toda esta basura no brinda las suficientes medidas de seguridad que exige la NOM-083, SEMARNAT 2003.
1. Se encuentra dentro de un área Natural Protegida. 2. No cumple con los parámetros de impermeabilidad. La norma instituye que en caso de una filtración de lixiviados al suelo, la velocidad de filtración debe ser de 80 metros en un tiempo de decenas de años. Por las condiciones geohidrológicas (porosidad del suelo), esta profundidad la alcanzaría en tan solo un mes. 3. El sitio se encuentra a tan sólo siete kilómetros del próximo aeropuerto internacional Mariano Matamoros y la norma establece un mínimo de quince. Esto, debido al riesgo aviario, ya que un avión en despegue o aterrizaje al chocar con un ave de sólo 2 kilos (zopilotes) genera un choque de 2 mil kilogramos por pulgada cuadrada.
Los estudios que se han hecho en el pasado, por instituciones ejemplares, indudables técnica y éticamente hablando: Instituto de Geología y Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, ambos de la UNAM, más la propia Universidad del estado, han recomendado otros sitios para el proyecto y rechazado los alrededores de Cuernavaca.
Hoy la autoridad se vale de “geólogos y ambientalistas” a modo ($$$), para sustentar su decisión. Mientras tanto, la basura se transporta a los alrededores de Tlalnepantla, Estado de México, a un costo diario de más de 200 mil pesos. Habría que agregar que a los costos de construcción del supuesto depósito, la contaminación de colonias a lo largo de la avenida llamada Subida a Chalma hacia el noroeste. Y después, ya se está haciendo, la construcción de una carretera de aproximadamente 10 kilómetros hacia el sur hasta el depósito, que revaluarán esos terrenos, por si alguien pensara en hacer negocio.
Los vecinos no han sido recibidos por autoridad alguna y sí han sido bloqueadas sus marchas por policías y dos de ellos, autoridades municipales de Temixco, han sido desaparecidos, torturados y tirados en el bosque de Ocuilán, Estado de México, quizá con el deseo de que ahí murieran.
Otra vez el modus operandi de moda: ignorar y reprimir a la sociedad y después culparlos de cualquiera desgracia. ¡¡Dónde quedó el llamado presidencial a la participación de la sociedad!!